miércoles, 23 de noviembre de 2011

padres extraordinarios

Jessica Lastra Vargas
Las personas al adquirir experiencias durante los días de lucha que tenemos conocemos que toda cosa tiene diferencias, las cosas son diversas. Es de la misma forma que entre las personas también existen diferencias, peculiaridades y características individuales. Y como personas vamos en función de las leyes de la naturaleza, ello implica que la mayoría de las personas llegamos, tarde o temprano, a tener hijos y de esa manera nos convertimos en padres. Y como padres también se tienen características y peculiaridades diversas en la formación de la sociedad.  De estos padres, refiriéndose a hombres, hay aquellos que saben y cumplen el rol como tales y padres sólo de nombre cuyas responsabilidades, ya sea de educar o mantener a los hijos, los dejan a la mujer o familiares.
A diferencia de aquellos tipos de padres, hay otros padres extraordinarios, aquellas personas quienes por causas del destino tienen a su cuidado y responsabilidad a hijos con alguna discapacidad física, mental o sensorial. Estas personas, aparte de ser padres, cumplen también el papel de médicos, consejeros, enfermeros, cocineros (porque muchos de estos niños/hijos requieren de una dieta especial), son vigilantes y guardianes (no hay una noche que haya dormido con total tranquilidad, cada noche es trasnocharse, prende la luz cantidad de veces durante la noche, aunque quién no quisiera que ese hijo muriera siempre está a la expectativa de la comodidad de su hijo) porque no vaya a ser que mientras duerma su hijo se ahogue, de manera que deberá estar despierto hasta el último momento en que la vida de su hijo haya terminado.
Tener un hijo con discapacidad o capacidades diferentes, o como quiera que se le llame, es tener grandes retos y responsabilidades muy diferentes a las que tienen los padres de niños normales. En las experiencias se conocen a padres de niños con discapacidad que no se rinden. Padres que tratan de dar lo mejor a sus hijos, sacan tiempo y esfuerzo aunque sus vidas ya no tienen muchas esperanzas, padres que enfrentan dificultades como luchas consecuentes. Pero también hay padres, que no engendraron, como tíos, abuelos y hermanos, que dan su vida con la atención a ese niño familiar, porque sus padres genéticos se separaron, se convirtieron en cuatro, tienen otros hijos más normales que éste a quien le abandonaron. Muchos de estos padres extraordinarios no serán festejados como aquellos padres de niños normales. Por las luchas que estos padres extraordinarios tienen, sean dirigidas las felicitaciones para toda persona que bajo su tutoría tiene a una niña o a un niño con discapacidad física, mental o sensorial.


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